El Discurso Psicoanalítico

Blog dedicado a la transmisión de la experiencia psicoanalítica, debate sobre la misma y aportaciones.

El psicoanálisis no es una terapia, es una experiencia en la que la cura viene por añadidura. Ya desde S. Freud que formula “los restos sintomáticos” a J. Lacan, con su reformulación del “sinthome”, que retoma Jacques-Alain Miller en sus Cursos de Orientación Lacaniana; lo incurable late en el corazón de la experiencia, en tanto que es lo más singular del sujeto, en lo que no es parecido a nada ni a nadie.

¿Qué es pues la clínica de lo incurable? ¿En que reside la pureza del psicoanálisis? ¿Qué es un analista? ¿Qué es una escuela, verdadero palpitar donde habitamos?…En el marco del mundo actual que cargado de imperativos amos, dejan al sujeto en la más pura indefensión e indefinición de su singularidad, hay que elegir entre sujeto o sociedad y estamos del lado del sujeto y de hacer más porosa la sociedad para que los agentes amos no impongan la particularidad de las categorías, ni el universal en beneficio del Ideal de la especie.

Torre de Babel

Y a día 2 de octubre del 2009, comienza en el blog un apartado de colaboraciones, abriendo la vía a lo que indica Lacan en "Función y campo", escrito del que tantos conceptos varia,a lo largo de su enseñanza, pero dejando intacto este, ya que a la experiencia psicoanalítica: "Mejor pues que renuncie quien no pueda unir a su horizonte la subjetividad de su época. Pues ¿cómo podría hacer de su ser el eje de tantas vidas aquel que no supiese nada de la dialéctica que lo lanza con esas vidas en un movimiento simbólico? Que conozca bien la espiral a la que su época lo arrastra en la obra continuada de Babel, y que sepa su función de intérprete en la discordia de los lenguajes" (J. Lacan, "Función y campo de la palabra y del lenguaje ... "). Agradezcamos a la singularidad que quiera mezclarse en la escucha…

Némesis! Francisco Camps de camino a la cuneta...de la historia!

jueves, 19 de noviembre de 2009
"A usted [Ángel Luna] le encantaría coger una camioneta, venirse de madrugada a mi casa y por la mañana aparecer yo boca abajo en una cuneta"

Francisco Camps no está loco ni tiene ningún síntoma parecido a la enajenación mental. Sería demasiado simple, e incluso sería hacerle un gran favor después de la aberrante infamia vomitada en Les Corts. Las sandeces vertidas por este ignominioso personaje, que si se me permite me resisto a definir Molt Honorable President de la Generalitat, han sobrepasado desde hace tiempo el límite de la decencia.

Después de haber construido un sistema de corruptelas que se ha propagado como un cáncer a todos los niveles de la sociedad valenciana, después de haber sido descubiertos (o creían que su reinado duraría ad infinitum?), después de que se ha puesto al descubierto parte del entramado, que ojo que todavía solo es una parte pequeña, reaccionan apelando a instintos bestiales de la peor calaña. Camps no estaba sólo, no ha apelado al miedo y a la violencia en solitario: todos sus diputados se han levantado en pie a aplaudirle después de haber acosado al portavoz socialista con la acusación de quererle matarle. Todos los diputados del PP se han levantado, han aplaudido a rabiar, despellejándose las manos. Han quedado en evidencia, ha quedado vista para sentencia la infamante trayectoria de una persona de cuya dignidad en muy pocas ocasiones hemos tenido constancia. Rodeado de la cobardía cómplice de la bancada popular, igual de culpable.
No sabemos que pretendía lograr Camps con esas palabras. Probablemente tensar más la cuerda, lacerar un poco más la convivencia, acusar al contrario de odiarlo hasta el punto de quererlo matar, arrojando una infamia que solo se entiende desde la perspectiva de una mente alucinada: ¿Ha pretendido Camps acusar al contrario de algo que él y los suyos serían capaces de pepetrar? Asasinar al adversario político y tirarlo a una cuneta...? Cuántas cosas tiene que esconder Camps, después de la querella, para perpetrar ese atentado a la convivencia y de un plumazo balcanizar la vida pública valenciana?

Igual hay una explicación mesiánica, las etapas del martirio que sigue Camps para ascender a los cielos víctima de los infieles descreídos. Si por mi fuera, no le daría esa satisfacción: no cuente Francisco Camps con nuestra ayuda, no le vamos a matar, no le vamos a convertir en mártir inocente de las ordas que le odian. Que le quede claro, no le odiamos! Su indigna persona no merece tanto, así que puede estar tranquilo, porque no iremos a su casa, no le sacaremos de su cama, no le ajusticiaremos y no le tiraremos a una cuneta. Ese final trágico, de esas muertes trágicas pero dignas de los luchadores por la libertad y contra la opresión, que usted en más de una ocasión ha demostrado despreciar, no será su final.

El suyo será diferente, señor Camps, se irá con la cabeza gacha, por la puerta trasera, con algún que otro incondicional que le volverá a mentir, incluso le llamará guapo...; porque serán sus amigos, los de su partido, que le enviarán a la cuneta de la historia, para que no siga haciendo daño.

Amén, ora pro nobis!


Giuseppe Grezzi

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Anónimo dijo...
Enhorabuena por publicar una disección tan certera como demoledora. Pero permítame puntualizar algo. Hace pocas fechas escuchaba a un veterano cargo del PSPV una anécdota que tuvo con Camps cuando ambos estaban en l'Ajuntament. Con una sola mención al abuelo de Camps, el ahora president se había echado a llorar. Ya sé que puede ser algo normal pero es que Camps no lo es. Exige obediencia ciega a cuantos le rodean y hasta en el más nímio detalle. Por ejemplo, no levantarse a aplaudirle en Les Corts es casi definitivo para caer en desgracia.
Por mí mismo he comprobado como en el Palau de les Arts cuando Camps se levanta media platea lo hace también para seguirle. Y pobre del que no lo haga. En resumen y al margen de sus corruptelas que son infinitas, piensa, actúa y se comporta como si de un emperador tipo Nerón se tratara. Que cada uno juzge pues si estamos gobernados por un enejenado menta. En mi caso pienso que así es, lo cual lo hace todavía más peligroso ya que jamás aceptará una derrota electoral. Al tiempo

Teresa Ferrer dijo...

Quiero primero agradecer a Gui, su colaboración en el blog con este post que abre un buen debate, sobre un tema que nos lleva a pensar "que esta pasando", como lo demuestra el comentario anterior. El tema de estar en manos de un gobierno de este tipo, acarrea un sufrimiento a las personas, cuyo porquè es necesario analizar.

Gui gracias por iniciar la reflexión.

Un beso

Anónimo dijo...

Hay muchos artículos, hay incluso un tiempo en que Luisgar en su blog, en cadena ser, llamaba a esto, a proposito de las obras desmesuradas que hacía, llamaba a Valencia "Tierra de faraones" y contaba lo que dices tu Anónimo, más en clave satírica pero contaba eso. Aquí a veces, en las reuniones de València desperta pensamos que atacar ese punto de Camps sería lo correcto para que nos dejará de una vez para siempre tranquilos. De hecho pense en revisar su historia pública familiar, para rastrear de dónde viene ese "rasgo" que señalas, y parece que tienes datos... pero de su egolo-centrismo-de-su-mismidad, no se deduce ninguna excusas para sus actos, y la camarilla que le sigue y le canta eso de "President, President", su ocultación tras las banderas..., mientras Valencia pedía su dimisión... es más típico quizás de una pere-(versión), que de una locura, y las pere-versiones del nombre del padre son muy duras de aguantar, en este caso por la sumisión, obediencia, y humillación que exige.
Escribe por favor, Anónimo lo que quieras sobre lo publico de la historia, pues ahí estará la clave. Si quieres lo haces por mensaje, o como estimes conveniente.

Un saludo y gracias por la aclaración que aportas.