El Discurso Psicoanalítico

Blog dedicado a la transmisión de la experiencia psicoanalítica, debate sobre la misma y aportaciones.

El psicoanálisis no es una terapia, es una experiencia en la que la cura viene por añadidura. Ya desde S. Freud que formula “los restos sintomáticos” a J. Lacan, con su reformulación del “sinthome”, que retoma Jacques-Alain Miller en sus Cursos de Orientación Lacaniana; lo incurable late en el corazón de la experiencia, en tanto que es lo más singular del sujeto, en lo que no es parecido a nada ni a nadie.

¿Qué es pues la clínica de lo incurable? ¿En que reside la pureza del psicoanálisis? ¿Qué es un analista? ¿Qué es una escuela, verdadero palpitar donde habitamos?…En el marco del mundo actual que cargado de imperativos amos, dejan al sujeto en la más pura indefensión e indefinición de su singularidad, hay que elegir entre sujeto o sociedad y estamos del lado del sujeto y de hacer más porosa la sociedad para que los agentes amos no impongan la particularidad de las categorías, ni el universal en beneficio del Ideal de la especie.

Torre de Babel

Y a día 2 de octubre del 2009, comienza en el blog un apartado de colaboraciones, abriendo la vía a lo que indica Lacan en "Función y campo", escrito del que tantos conceptos varia,a lo largo de su enseñanza, pero dejando intacto este, ya que a la experiencia psicoanalítica: "Mejor pues que renuncie quien no pueda unir a su horizonte la subjetividad de su época. Pues ¿cómo podría hacer de su ser el eje de tantas vidas aquel que no supiese nada de la dialéctica que lo lanza con esas vidas en un movimiento simbólico? Que conozca bien la espiral a la que su época lo arrastra en la obra continuada de Babel, y que sepa su función de intérprete en la discordia de los lenguajes" (J. Lacan, "Función y campo de la palabra y del lenguaje ... "). Agradezcamos a la singularidad que quiera mezclarse en la escucha…

"El Capital": Reseña

martes, 11 de diciembre de 2012

“El capital”. Constantin Costa-Gavras, director del film, Gabriel Byrne, y Gad Elmaleh, son los tres ejes que tomo para introducir la trama. Costa-Gavras persona de un gran compromiso político, que expresa en su filmografía durante toda su vida, griego de nacimiento y francés de formación. Gabriel Byrne, irlandés, perteneciente a una familia de gran apego católico, con lo que ello implica en ese país y Gad Elmaleh, joven actor cómico francés, políticamente muy crítico con la temática socio-económica actual, gran admirador y con cierto parecido a Búster Keaton, y un aire a Sarkozy. Su origen marroquí, le proporciona la solidez de ideas. Estos tres ejes tan consistentes dan demasiada pregnancia a una película que pretende mostrar a los “desabonados de ideología, ideales, política, historia, cultura, etc.” de la banca actual… por lo que y siguiendo la máxima de retomar del cine “ejemplos” con los que poder mostrar conceptos del psicoanálisis, creo adecuado hablar en esta película sobre el “goce”… y los paradigmas que se muestran en ella… si os parece, os doy la palabra…
José Vanaclocha, nuestro colaborador crítico de cine, introduce vida y obra del director, C. Costa-Gavras, de origen griego emigrado a París a los 17 años, tras la guerra civil en su país natal; mientras se licencia en literatura y más tarde entra en el Instituto de Altos Estudios Cinematográficos, milita en el Partido Comunista, aunque el movimiento de rechazo al estalinismo y la crisis ideológica del comunismo en los 60 hace que lo abandone, entre otros intelectuales de la época, por el socialismo. Desde ese momento su filmografía va en la línea de un compromiso político social aunque con duras críticas al comunismo, además de una actitud ética e ideológica clarísima en los films que dirige. El protagonista de origen marroquí, Gad Elmaleh, viene del mundo del teatro, es cómico, y sus papeles suelen ser de tono ácido y burlesco hacia el capitalismo. En cuanto al gran secundario, Gabriel Byrne, es irlandés, educado en una profunda devoción cristiana, cursó arqueología y lingüística y domina el gaélico, en su filmografía hay una larga lista de obras sobre las leyendas artúricas.

La asistencia de un público conocedor de la obra “el Capital” (K. M. 1867; F. E. 85-94), inicia una conversación en torno a la actualidad de los “decires” de Marx, “dichos” ahora, reflexión que retoma Paco Hernández, (de la comisión de Tertulia Psicoanálisis, Cine, psicoanalista y conocedor de la obra el Capital), para indicar que habría que leer y escuchar a Marx a la luz del siglo XXI, para lo cuál cree muy adecuado la idea que de pensarlos sobre el tema propuesto, el goce. E introduce la temática del lado del capital: “la alienación” que produce e implica la desaparición del sujeto, sustraída su plusvalía, aparece muy bien mostrado en la cinta, así como la “irrupción de un goce” fuera de lógica que tambalea al banquero, su fascinación sexual por la top-model que hace “saltar por los aires” sus “defensas”, “corazas”. Top-model, personaje discordante con el resto de su vida y trabajo (personaje que irrumpe en la vida de “bastantes”, cómo una atracción sin competencia con la lógica, y cuyo ejemplo lo tenemos en el escándalo de Dominique Strauss-Kahn).

El efecto sorpresa de nombrar el “goce”, dentro de una temática tan social, abre la “curiosidad” que facilita comentar que en la coetaniedad de Freud y Marx, ambos pensadores, se observa su coincidencia en la reflexión sobre lo que… podríamos llamar el “uso de la inutilidad”, que si en Marx produce la teorización de la “plusvalía”, Freud lo expresa en su obra, desde el mismo título, como la existencia de un “Más allá del principio del placer”, tras observar la forma tan decidida que los humanos tienen de apartar la felicidad, no desearla siempre… un querer su bien, pero si perdura… no. Abogan por algo en “exceso”, un “plus” o en “déficit”, un “menos” que testimonia de que el placer exacto, les provoca aburrimiento. Freud descubre el “Trieb” término que se apareja a la “plusvalía” de Marx, Freud descubre el “Trieb”, la pulsión, más verdadera que el instinto, algo irracional que siempre se satisface, sin trabajar para el bien del sujeto, y enumera las 4 pulsiones fundamentales: sadismo, masoquismo, exhibicionismo, voyeurismo, y de las que tenemos un ejemplo de su irracionalidad, insistencia, en la atracción de Marc Tourneuil por el sadismo lésbico.

Es Lacan quien retomando la teorización freudiana, introduce el concepto de “goce”, “jouissance” y nos declina sus paradigmas que se pueden incluso observar en la historia. Uno de ellos sobre la alienación-separación, operación que recoge dos términos freudianos, “la identificación”, y “la represión”, no ajenos al capital. En la identificación desaparece el sujeto y la represión hace olvidar la desaparición… pero ¿qué obtiene el sujeto a cambio?, Lacan lo introduce con la separación: se obtiene una satisfacción pulsional… que el sujeto alcanza con los objetos que compra a crédito, objetos que su apremiante brevedad por la imposibilidad de dar “plena satisfacción” los convierte en “basura”, y en su insistencia retornan la conversión del sujeto en objeto pulsional. Un sujeto convertido en objeto de desecho con el que la banca, opera, con lo que la bolsa juega… los pobres objetos robados para dar a los ricos.

Las intervenciones del lado del Ideal, se fueron alternando teniendo el cuenta el goce, goce del que no somos ajenos y que posibilita una lectura del capital en el siglo XXI, del lado de nuestra participación en el abuso, sin dar consistencia a lo que no lo tiene… lo cual nos permitirá ver la “actual cara” del CAPITALISMO… el goce acéfalo, fragmentado, feroz y voraz. Goce de la fragmentación que el capitalismo ofrece con un éxito implacable e imparable… por ahora.

Apuntar, que el debate ya empezó anteriormente en la página creada para ello en facebook: “Tertulia Psicoanálisis, Cine” y que algunos asistentes ya fueron plasmando sus impresiones en la red. Redes sociales que son una de las formas de contacto con el público asistente y desde la cual se promociona el espacio. Estos son algunos de los apuntes: “…Estamos ante una Comedia incisiva, irónica y cruel, narrada en primera persona por el protagonista, donde su pensamiento, es una pieza vital, que siembra un discurso cargado de escepticismo y mala uva, en el filo del mundo de las alturas financieras, una cúspide, donde sobrevivir es casi un milagro, ya que todos y cada uno de estos reputados accionistas y ejecutivos, no son más que buitres, devorándose unos a otros…”(fragmento de la interesante contribución al debate de Antonio Domínguez)

Tras esta tertulia se cierra un período, para iniciar un ciclo el próximo año, en el que se tratará la temática del “goce”, en sus paradigmas.

Teresa Ferrer en Valencia, 11 de diciembre del 2012

Comisión de la actividad: Eugenia Blasco, Teresa Ferrer (Coordinadora), Laia Gil, Paco Hernández, Carmen Carceller, Margarita Bolinches, con la colaboración de Mº Paz escrig y la acogida del Restaurante-Café A.nou Cuïna d’intuició.

"the artist". Comentarios de la tertulia Psicoanálisis, Cine

lunes, 23 de abril de 2012


Magnífica película de la que se puede mucho y de muchos temas hablar, algunos los habéis perfilado en este comentario breve y extenso que habéis hecho. Mucho y de muchos temas, pero hay uno creo que es el que lleva el hilo de la trama durante todo el tiempo: La angustia, la angustia que surge en el personaje, un actor, ante un “cambio de coordenadas de funcionamiento”, concretamente el paso del cine mudo al sonoro. Testimonios de esta angustia hay muchos, sueños de angustias-pesadillas, desesperación, delirios alcohólicos, empobrecimientos, incendios, etc...

El discurso psicoanalítico, la experiencia psicoanalítica, el psicoanálisis, puede sea lo único que se ocupa de la angustia, que es un afecto, el único afecto que no engaña, que traza el camino verdadero. La angustia no es la ansiedad, ni la depresión, ni la melancolía, ni tristeza, ni la manía, ni la obsesión, de hecho la ansiedad, depresión, melancolía, tristeza, manía, compulsión, obsesión son formas de intentar tratar de calmar, de acallar o hacer desaparecer la angustia, igual que los fármacos o las drogas. Y digo INTENTAR tratar de calmar, de acallar o hacer desaparecer la angustia, intentos… porque no se puede.


Fármacos: antidepresivos, ansiolíticos etc., así como las drogas… ninguno es anti-angustia, ninguno está a la altura de este afecto. La angustia es un afecto, el único afecto que no engaña, y los enredos de la misma, los síntomas que he nombrado no logran aplacarla y su intento de camuflarla es a un alto coste vital para la persona, produciéndole una depresión, manía etc… que ya he citado.

Así pues síntomas, fármacos y drogas, y en tercer lugar como intento de calmar acallar o hacer desaparecer la angustia, esta la tentativa de contar a los amigos, parejas, familia etc. lo que pasa, cuyo efecto es la imposición de un discurso dominante, amo: ser positivo, tomar las cosas como son, apartar lo que no se entiende, o la emergencia de discurso identificatorio del: a mi me pasa igual, o más o menos, que intentan negar la singularidad de lo que provoca este afecto, dando recetas universales, que no calman.

En la película se ve una historia de amor que se teje bajo la angustia. Un cambio provoca una crisis, que pide resituar lo anterior, un cambio que tiene que ver con la introducción de la palabra, un cambio que al personaje lo sume en un malvivir intenso dónde sus coordenadas se van al traste. El espera siga la forma de vida que hasta ese momento había, y que plasma en una serie de “mimos”, actos más o menos codificados que expresan emociones que tienen una significación común para todos, pero la introducción de la VOZ, implica el tener que poner en palabras esas significaciones supuestas en mimo, y no puede… podríamos preguntar porque no puede, ya que no es el caso de mala-fea voz, sino de una negativa muy fuerte a entregarla… no puede y las manifestaciones de angustia ante este objeto VOZ, son muy continuadas. También cabría preguntarse si no quiere dar la voz o la palabra…

La angustia de ella, es menos clara. Perfectamente adaptada al nuevo tiempo, podría irse con cualquier otro hombre, hay varios en la película, y organizar una vida incluso de lujo, pero no, se queda con él, le colma de bienes, dinero, cosas, le guarda incluso sus objetos, que compra, pagando con dinero, ¿pero qué es lo que ella pretende conseguir? Su compañía. La angustia de ella, si más edipicamente articulada, es ante el abandono, quedándose con él tiene más garantías de no ser abandonada. Es una solución muy actual de las mujeres hoy en día

Vemos pues que un cambio en las coordenadas de funcionamiento produce una crisis tanto en él, como en ella, que puede realizar roles no permitidos hasta entonces a la mujer, lo cuál articula una historia de amor, hace posible una historia de amor entretejida por la angustia.

El psicoanálisis es amigo de las crisis, siempre esta al lado de las crisis, cuándo un sujeto llega al psicoanálisis, si bien lo hace con el discurso común, tengo este problema, esta patología, etc.… en cuanto se instaura el dispositivo analítico, se da cuenta de que se trata de su malestar, malvivir, que puede adoptar diferentes tipos de síntomas, pero que en el fondo esta producido por las cosas que no están como antes, sin que la persona se conforme con los refugios alienantes que le ofrece lo social, que van desde el conformismo a costa de síntomas, hasta el inconformismo a costa de síntomas, pasando por todos los intermedios. Una crisis no es un problema, ni una patología, ni una enfermedad, ni una imposición, ni algo cíclico. Una crisis es un cambio. Una crisis se produce cuándo el otro, ya sea el semejante, el prójimo, o el Otro social, cuándo el otro del apoyo, del entorno, del mundo, de la compañía, del amor, de la pareja, de los amigos, del trabajo etc… da una respuesta imprevista, ajena a lo esperado, diferente a lo que la persona haría… (el típico ejemplo de la persona que se queja de que siempre estoy dando y nunca recibo, con el supuesto de que el otro tiene la misma forma de dar, cuándo lo más seguro es que se busquen personas que no quieren dar, para poder hacerlo), que pulveriza el equilibrio homeostático, fantasmático y sintomático. Se ve bien en la película, y no solo por la angustia de él sino también en la de ella.

Para terminar decir que vivimos en tiempos de crisis y cambios, vivimos en tiempos de angustia. La angustia hoy en día esta a flor de piel y desprovista de la protección edípica que la tamizaba. Es un tiempo novedoso, en el que surge la angustia sin el bálsamo habitual del líder, que cómo históricamente ocurría encarnaban la angustia entreteniendo sus desesperos. Un tiempo dónde el lugar del líder, un tiempo, un tiempo en manos de la “evaluación” que pone en el lugar del líder, LA CIFRA, que cambia el ¿por qué? de las cosas en tiempo de líderes, por el ¿para qué? del tiempo de CIFRAS, no sin consecuencias devastadoras. Tiempos en los que el lugar del inconsciente lo ocupa el “yo”, en el que el lugar de la emoción lo ocupa el cerebro, en el lugar de la intimidad del silencio, el imperativo del habla, que da paso a slogans cada vez más sin sentido.

El éxito de la experiencia psicoanalítica es que deja a la angustia hablar, con la voz y el tiempo singular a cado uno, liberando al ser del enloquecimiento del amo. El éxito del psicoanálisis es que da un lugar totalmente inédito a la palabra, un lugar dónde la angustia puede marcar el rumbo al que, y a lo que llegar. Un análisis deja que la angustia deshaga los enredos y pantomimas del ser, para llegar más allá del trauma, un lugar dónde el inconsciente desvela la pasión de la existencia.

Término citando qué es la angustia para Lacan: “cuándo en un espacio que se creía vacío, que se pensaba vacío, que se necesitaba vacío, aparece algo… un objeto, en esta caso concretamente LA VOZ”.


Por Teresa Ferrer

Valencia a 19 de Abril 2012