Y God chano, chano, se va a casa de Einstein a cenar. Toc-toc-toc, sonido de nudillos divinos en la puerta (ni cas). Gira la mano, y comienza una música a sonar, a modo de timbre (aires de gloria, de S. Bach). La puerta se abre sola, God (que va con su asesor) entra flotando hasta una pequeña masa de nubes iluminada por tres soles y como excentricidad una vela… Dos hombres están hablando. God, sin langage, pregunta a Gabriel: quien está con Einstein?, Gabriel por la misma vía: es Freud, pero God, no se ponga colérico, veamos que hacen. God que a veces es un poquito obediente… mejor decir curioso: mutis sigiloso, invisible e invencible presente en la estancia.
Einstein dice: Mi querido Sigmund, llevo siete agujeros negros, bilo-diecisiete luces galácticas, once e=mc2, cuarenta nubes-folios integrando-derivando, y no entiendes mi fórmula… Freud (que sigue fumando en el cielo), tira una bocanada de humo, mira a Albert, y dice: y tu qué? Llevo dieciocho pirámides, cuarenta culturas, once malestares, diezmilfichopapiros, y ni pipa comprendes de mi Entwurf (todo esto en correcto, alto y barroco alemán), pero Freud que sabe castellano antiguo, (lo necesitó para leer el quijote), dice: Albert, un coñac?, eres quien más sabe de eso de que el tiempo no es problema… (ambos amigos ajenos a la presencia de God, blebleblean, bañados por los tres soles de la galaxi de God).
Recapitón! God aparece: Albert!, vengo a cenar!. Sigmund, sorprendido exclama: no estamos solos!, Albert quién este Sr? (en alemán). Contesta God: I’m Yahvé. Y a Sigmund le da un ataque de risa!!!!, y Einstein desconcertado pregunta a God: si? y el por qué de esta cena improvisada?. God (en langague egiptiano) exclama: Albert! he intentado ir al planeta dónde soy el que soy-con-mi-mismidad-monoteísta-solitaria a presentar una ponencia… y poco ha faltado para que destruya la tierra. Albert: ¿quiere presentar una ponencia en un congreso terrestre? (Albert emoticocionado continúa), puede incluir mis fórmulas?. God, sin hacer ni caso a la sugerencia, le dice: si! unas jornadas sobre la soledad!, y a mí, que soy el dios-solo, me han dicho que… Albert, a su bola: God! una intervención en un congreso?. God: sip!!!!, jopetas!, de una cosa que en el planeta se llama la soledad… de no sé que, de algo de esos papiros que tienes ahí de tu amigo. Albert mira a Sigmund, Sigmund mira a Albert… y juntos se van a ver que pasa en el planeta…
(tras no-tiempos en Geogle-galaxie)… ufff- dice Sigmund, mon dieu usted ha ido a presentar una ponencia a esas jornadas?, y con ese titulo?... God: contesta yes en latín, tras lo cuál Sigmund llama a Anna, a Melanie, a Lacan,,, habla con ellos en inglis, frencis, deusland, y se desmaya!!!!
Corte celestial!, exclama Yahvé, a miiiiii, traigan polvo-u.v.i.-estelar de cripton galaxy para Sigmund, y demás citados que no men recuerdo… y tráiganlos a chez-mon-dieu. Gabriel que no se despista, coge el móvil, busca tf. de bruixa i l’espillet, y llama, pero… línea ocupada… contestador: no deje su mensaje… y Gabriel levantando las plumas de sus alas, escribe un msg sin esperar respuesta: Bruji! a Sigmund, a Jacques y a God les ha dado un pantáis!… vengan volando… si están. Y cómo sabe que ni cas, mira la insoldable soledad oscura del universo… dónde escribe en constelación estelar: el psicoanálisis es solo, los psicoanalistas no pues tienen la Escuela (y si no se enteran los paso a parvulitos o guard-rreria). Y enfoca la imagen a la tierra para que la refleje l’epillet… Y tras un plis, lee el correo celeste… hay un mail de la bruixa… pero piensa: per hui ja n’hi ha prou…
Teresa Ferrer
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