El Discurso Psicoanalítico

Blog dedicado a la transmisión de la experiencia psicoanalítica, debate sobre la misma y aportaciones.

El psicoanálisis no es una terapia, es una experiencia en la que la cura viene por añadidura. Ya desde S. Freud que formula “los restos sintomáticos” a J. Lacan, con su reformulación del “sinthome”, que retoma Jacques-Alain Miller en sus Cursos de Orientación Lacaniana; lo incurable late en el corazón de la experiencia, en tanto que es lo más singular del sujeto, en lo que no es parecido a nada ni a nadie.

¿Qué es pues la clínica de lo incurable? ¿En que reside la pureza del psicoanálisis? ¿Qué es un analista? ¿Qué es una escuela, verdadero palpitar donde habitamos?…En el marco del mundo actual que cargado de imperativos amos, dejan al sujeto en la más pura indefensión e indefinición de su singularidad, hay que elegir entre sujeto o sociedad y estamos del lado del sujeto y de hacer más porosa la sociedad para que los agentes amos no impongan la particularidad de las categorías, ni el universal en beneficio del Ideal de la especie.

Torre de Babel

Y a día 2 de octubre del 2009, comienza en el blog un apartado de colaboraciones, abriendo la vía a lo que indica Lacan en "Función y campo", escrito del que tantos conceptos varia,a lo largo de su enseñanza, pero dejando intacto este, ya que a la experiencia psicoanalítica: "Mejor pues que renuncie quien no pueda unir a su horizonte la subjetividad de su época. Pues ¿cómo podría hacer de su ser el eje de tantas vidas aquel que no supiese nada de la dialéctica que lo lanza con esas vidas en un movimiento simbólico? Que conozca bien la espiral a la que su época lo arrastra en la obra continuada de Babel, y que sepa su función de intérprete en la discordia de los lenguajes" (J. Lacan, "Función y campo de la palabra y del lenguaje ... "). Agradezcamos a la singularidad que quiera mezclarse en la escucha…

El Primer Poder

jueves, 23 de abril de 2009

Mass media

En la línea de la ludopatía sobre la que reflexiono por la crisis financiera, hoy he tenido el privilegio de ver, pues mañana estará censurado, información en tiempo real. Diferente es pensar, el tiempo en lo real. El tiempo real no es el tiempo directo, es en lo real de la sociedad global en la que habitamos. He tenido el privilegio de ver un programa sobre economía, con el plato fuerte: la crisis. Decían: “los gobiernos tendrán que hacer que la banca, baje los intereses al 0%, y que con el euribor se apañen en su maldito juego”.



Graciosos, con mucha seriedad, no la light de los analistas económicos de Blomberg, sí con la seriedad de las cosas que mañana no podremos escuchar, por la prohibición institucionializada de lo que se llama el bipartidismo… Estos periodistas elocuentes con una seriedad de das Ding… decían algo que ni los nobeles en economía saben pensar… “los gobiernos tendrán que hacer que la banca, baje los intereses al 0%, y que con el euribor se apañen entre ellos, en su maldito juego”. Gobiernos europeos, no desvelo cuales son, ya están diciéndoles esto a los payasos del BCE, del que ha sido victima algún ministro nuestro al creer en lo simbólico, tan tonto como ellos.


En tiempo es real, ni simbólico ni imaginario, eso significa que el tiempo no es pactable, si no, miren como los calendarios se diferencian, y nos volvemos locos con la luz del sol, que la cambian por tonterías del pensar en el tiempo económicamente pactado, lo que nos marea mirando al sol sin saber la hora en la que vivimos. Intentar que el tiempo entre en lo simbólico es absurdo.


Lean “Moisés y la religión monoteísta”, de Sigmund Freud, lean el Seminario de Lacan sobre el “Reverso del psicoanálisis”... y piensen en el declive del amo, que sin poder, vaga perdido por no escuchar lo que la pulsión exige: satisfacción, y no renuncia, y escuchen en la primera ocasión que tengan que el instinto básico es muy, pero que muy barroco. Dejémonos de ideales obsoletos. Somos seres de sufrimiento y placer, a diferentes niveles.


La banca es peor que la religión, pues en la religión en el nombre del padre se mata, y en el nombre del padre se muere, y la banca pretende ocupar el nombre de dios, diciendo que ella autoriza a que en nombre del dinero se viva o en el nombre del dinero se mate y se muera. Los gobiernos, de la decadente democracia, ni rezan, ni viven ni matan… ¡menudo horror!, viven en un mundo de pantomima, sin pensar que ni la vida es la muerte, ni la muerte es la vida. ¿Piensan que la vida es un negocio? Hay un texto de Freud que se llama… algunos se creen excepción, otros delinquen por sentimiento de culpa, y otros fracasan al triunfar!

Teresa Ferrer

2 comentarios:

Laia Gil dijo...

la banca entra en crisis, la religion y los ideales hace tiempo que lo estan, y yo me pregunto como van a hacer a partir de ahora, los que añoran estos tiempos? de momento tienen para rato, pero y despues? Los que no se satisfacen con esta forma de vida, donde estan?

Me gusta esta idea de comparar banca con religion...apoyo la idea de una tertulia sobre el tema!!!

Berta Chulvi dijo...

Sí, creo que está muy bien traída la comparación banca vs religión. En realidad con los bancos pasa como con la Iglesia Católica. Hace ya mucho tiempo que a perdido el crédito social, nadie se creé que tengan la más mínima función social, y sin embargo la sociedad teme no estar bajo su paraguas.... Las niñas de padres no creyentes toman la comunión y los gobiernos que sufren los desmanes de los bancos siguen avalando su gestión. Para cuándo la valentía sensata de un nuevos sistema de crédito a empresas que creen empleo a crédito cero! Esos periodistas son clarividentes.