que pasa en el planeta.Llega el verano, la gente se va a las playas montañas, a sus viajes, o se que queda en casa. Las news ceden, dejan de estar por tiempo de
descanso. La cuestión es que en este mundo global que nos aleja, el verano y el invierno son distintos en el norte y el sur del planeta. El sur esta en invierno y el norte en verano, cosas de la galaxia, y digo galaxia porque existe la metáfora.Los del norte nos vamos de vacaciones, los de sur empiezan el curso.
Entre angustia y pasión se mueve el mundo global, porque, los del sur entrarán en angustia y los del norte,
entrarán en pasión… en todos los casos, pasiones de familia, sean biológicas o no… el hotel esta mal, el apartamento no me gusta, el viaje ha sido un tostón, pero lo contaré a los amigos y les daré la tabarra para que se aburran más que yo, quería descansar y no he podido… flema inglesa.com
entrarán en pasión… en todos los casos, pasiones de familia, sean biológicas o no… el hotel esta mal, el apartamento no me gusta, el viaje ha sido un tostón, pero lo contaré a los amigos y les daré la tabarra para que se aburran más que yo, quería descansar y no he podido… flema inglesa.com
La angustia, que aqueja a ambos, los del norte y los del sur del planeta, tiene bastantes defensas; peleas, separaciones, insultos, acuerdos que se desacuerdan al instante, malestar, malestar, malvivir, malvivir… y todo porque no reconocer la angustia que les habita.La pasión, que aqueja a ambos, los del norte y los del sur del planeta, no tiene defensas, si turbación.
Y una pequeña reflexión en el mundo completamente en manos de liberalismo económico y social en el que vivimos los del norte y los del sur; hay un poco de calor, sea desde la chimenea o desde el sol que calienta, y que se llama vida!, una vida para la muerte, pero una vida,
y aquejados del super-yo freudiano del malvivir en la cultura, del malvivir sin cultura, o del lacaniano que se llama goce, que desde el discurso capitalista es goce-comprando lo que sea, nos queda la pulsión, que ni tiene destino ni sentido ni precio, ni sentimiento de culpa… solo un slogan muy antiguo: pobrecito mi patrón, piensa que el pobre soy yo…
y aquejados del super-yo freudiano del malvivir en la cultura, del malvivir sin cultura, o del lacaniano que se llama goce, que desde el discurso capitalista es goce-comprando lo que sea, nos queda la pulsión, que ni tiene destino ni sentido ni precio, ni sentimiento de culpa… solo un slogan muy antiguo: pobrecito mi patrón, piensa que el pobre soy yo…Teresa Ferrer

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