“El
capital”. Constantin Costa-Gavras, director del film, Gabriel Byrne, y
Gad Elmaleh, son los tres ejes que tomo para introducir la trama.
Costa-Gavras persona de un gran compromiso político, que expresa en su
filmografía durante toda su vida, griego de nacimiento y francés de
formación. Gabriel Byrne, irlandés, perteneciente a una familia de gran
apego católico, con lo que ello implica en ese país y Gad Elmaleh, joven
actor cómico francés, políticamente muy crítico con la temática
socio-económica actual, gran admirador y con cierto parecido a Búster
Keaton, y un aire a Sarkozy. Su origen marroquí, le proporciona la
solidez de ideas. Estos tres ejes tan consistentes dan demasiada
pregnancia a una película que pretende mostrar a los “desabonados de
ideología, ideales, política, historia, cultura, etc.” de la banca
actual… por lo que y siguiendo la máxima de retomar del cine “ejemplos”
con los que poder mostrar conceptos del psicoanálisis, creo adecuado
hablar en esta película sobre el “goce”… y los paradigmas que se
muestran en ella… si os parece, os doy la palabra…
José Vanaclocha, nuestro colaborador crítico de cine, introduce vida y
obra del director, C. Costa-Gavras, de origen griego emigrado a París a
los 17 años, tras la guerra civil en su país natal; mientras se licencia
en literatura y más tarde entra en el Instituto de Altos Estudios
Cinematográficos, milita en el Partido Comunista, aunque el movimiento
de rechazo al estalinismo y la crisis ideológica del comunismo en los 60
hace que lo abandone, entre otros intelectuales de la época, por el
socialismo. Desde ese momento su filmografía va en la línea de un
compromiso político social aunque con duras críticas al comunismo,
además de una actitud ética e ideológica clarísima en los films que
dirige. El protagonista de origen marroquí, Gad Elmaleh, viene del mundo
del teatro, es cómico, y sus papeles suelen ser de tono ácido y
burlesco hacia el capitalismo. En cuanto al gran secundario, Gabriel
Byrne, es irlandés, educado en una profunda devoción cristiana, cursó
arqueología y lingüística y domina el gaélico, en su filmografía hay una
larga lista de obras sobre las leyendas artúricas.La asistencia de un público conocedor de la obra “el Capital” (K. M. 1867; F. E. 85-94), inicia una conversación en torno a la actualidad de los “decires” de Marx, “dichos” ahora, reflexión que retoma Paco Hernández, (de la comisión de Tertulia Psicoanálisis, Cine, psicoanalista y conocedor de la obra el Capital), para indicar que habría que leer y escuchar a Marx a la luz del siglo XXI, para lo cuál cree muy adecuado la idea que de pensarlos sobre el tema propuesto, el goce. E introduce la temática del lado del capital: “la alienación” que produce e implica la desaparición del sujeto, sustraída su plusvalía, aparece muy bien mostrado en la cinta, así como la “irrupción de un goce” fuera de lógica que tambalea al banquero, su fascinación sexual por la top-model que hace “saltar por los aires” sus “defensas”, “corazas”. Top-model, personaje discordante con el resto de su vida y trabajo (personaje que irrumpe en la vida de “bastantes”, cómo una atracción sin competencia con la lógica, y cuyo ejemplo lo tenemos en el escándalo de Dominique Strauss-Kahn).
El efecto sorpresa de nombrar el “goce”, dentro de una temática tan social, abre la “curiosidad” que facilita comentar que en la coetaniedad de Freud y Marx, ambos pensadores, se observa su coincidencia en la reflexión sobre lo que… podríamos llamar el “uso de la inutilidad”, que si en Marx produce la teorización de la “plusvalía”, Freud lo expresa en su obra, desde el mismo título, como la existencia de un “Más allá del principio del placer”, tras observar la forma tan decidida que los humanos tienen de apartar la felicidad, no desearla siempre… un querer su bien, pero si perdura… no. Abogan por algo en “exceso”, un “plus” o en “déficit”, un “menos” que testimonia de que el placer exacto, les provoca aburrimiento. Freud descubre el “Trieb” término que se apareja a la “plusvalía” de Marx, Freud descubre el “Trieb”, la pulsión, más verdadera que el instinto, algo irracional que siempre se satisface, sin trabajar para el bien del sujeto, y enumera las 4 pulsiones fundamentales: sadismo, masoquismo, exhibicionismo, voyeurismo, y de las que tenemos un ejemplo de su irracionalidad, insistencia, en la atracción de Marc Tourneuil por el sadismo lésbico.
Es Lacan quien retomando la teorización freudiana, introduce el concepto de “goce”, “jouissance” y nos declina sus paradigmas que se pueden incluso observar en la historia. Uno de ellos sobre la alienación-separación, operación que recoge dos términos freudianos, “la identificación”, y “la represión”, no ajenos al capital. En la identificación desaparece el sujeto y la represión hace olvidar la desaparición… pero ¿qué obtiene el sujeto a cambio?, Lacan lo introduce con la separación: se obtiene una satisfacción pulsional… que el sujeto alcanza con los objetos que compra a crédito, objetos que su apremiante brevedad por la imposibilidad de dar “plena satisfacción” los convierte en “basura”, y en su insistencia retornan la conversión del sujeto en objeto pulsional. Un sujeto convertido en objeto de desecho con el que la banca, opera, con lo que la bolsa juega… los pobres objetos robados para dar a los ricos.
Las intervenciones del lado del Ideal, se fueron alternando teniendo el cuenta el goce, goce del que no somos ajenos y que posibilita una lectura del capital en el siglo XXI, del lado de nuestra participación en el abuso, sin dar consistencia a lo que no lo tiene… lo cual nos permitirá ver la “actual cara” del CAPITALISMO… el goce acéfalo, fragmentado, feroz y voraz. Goce de la fragmentación que el capitalismo ofrece con un éxito implacable e imparable… por ahora.
Apuntar, que el debate ya empezó anteriormente en la página creada para ello en facebook: “Tertulia Psicoanálisis, Cine” y que algunos asistentes ya fueron plasmando sus impresiones en la red. Redes sociales que son una de las formas de contacto con el público asistente y desde la cual se promociona el espacio. Estos son algunos de los apuntes: “…Estamos ante una Comedia incisiva, irónica y cruel, narrada en primera persona por el protagonista, donde su pensamiento, es una pieza vital, que siembra un discurso cargado de escepticismo y mala uva, en el filo del mundo de las alturas financieras, una cúspide, donde sobrevivir es casi un milagro, ya que todos y cada uno de estos reputados accionistas y ejecutivos, no son más que buitres, devorándose unos a otros…”(fragmento de la interesante contribución al debate de Antonio Domínguez)
Tras esta tertulia se cierra un período, para iniciar un ciclo el próximo año, en el que se tratará la temática del “goce”, en sus paradigmas.
Teresa Ferrer en Valencia, 11 de diciembre del 2012
Comisión de la actividad: Eugenia Blasco, Teresa Ferrer (Coordinadora), Laia Gil, Paco Hernández, Carmen Carceller, Margarita Bolinches, con la colaboración de Mº Paz escrig y la acogida del Restaurante-Café A.nou Cuïna d’intuició.
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