Conferencia en la
Universidad de Psicología
“La facultad de
psicología de Valencia, tienen del psicoanálisis muy mala opinión, lo considera
pseudociencia, y no es que el psicoanálisis, sea pseudociencia, es un
“discurso” diferente al “científico”, y a la altura del mismo, así como el del
amo, el de la histérica o el del capital. El psicoanálisis no es para todos,
pues caeríamos en manos de los mercados, y además cuando una persona se va
analizar no está claro ni que se quiera analizar, ni que el psicoanalista
acepte, pues la cura analítica, no desplaza el síntoma, no lo cambia de lugar,
como lo hace la cura terapéutica. Y a recomendar a los resistentes al
psicoanálisis, que tengan cuidado en poner a la ciencia en el lugar de Dios, o
en el lugar del Amo”.
Buenas tardes, gracias a
Berta por la invitación, y a vosotros por vuestra presencia y asistencia a esta
conferencia, en la que, y en el marco de la Universidad, voy a proponeros
adentrar conmigo en un territorio, al que me han comentado no soléis ir. A los
claro-oscuros terrenos movedizos, llenos de misterios, enigmas, jeroglíficos,
sorpresas, desorientación, tropiezos, silencios, secretos penetrantes, que son
el hábitat propio del inconsciente.
La Universidad, que nostalgia!,
aún recuerdo el tiempo, en que, y aquí al lado, asistí a mi paso por ella, la
de mi elección, medicina. En aquel entonces, estaba junto a la facultad de
Ciencia, el Hospital Clínico y la de Agrónomos, era está en la que estáis?, y en
frente la de filosofía, y derecho, más o menos si no recuerdo mal.
Pero ¿qué es la
Universidad?, una Institución, ¿se puede llamar así? La Universidad, nos ofrece
sobre todo, la entrada en un vínculo social diferente, nuevo vínculo social que
se organiza sobre el Saber. El significante Saber, es alrededor de lo que se
organiza todo su discurso, el universitario, al que asistimos los que elegimos
la vía universitaria. Anteriormente estábamos inmersos, en contacto con un
vínculo social jerárquico. El maestro, los maestros, los profesores, el
director, el jefe de estudios, son los personajes, en los que, tras la
autoridad familiar, se va declinando el Significante Amo, con su pluralización,
hasta acabar la enseñanza secundaria y optar o no, por iniciar el camino en la Universidad.
Y al llegar a la Universidad,
nos espera un “cambio”, un cambio discursivo de vínculo social, que aunque no lo
supierais todos habéis experimentado. No fue tan fácil, hubo un tiempo en que,
el Saber Universitario, introduciendo la Ciencia, para desprenderse del dogma, fue
perseguido, hasta el punto de refugiarse, a menudo, en sociedades secretas para
persistir. Ahora ha triunfado, pero durante muchos años fue acosado, maltratado,
acallado. El “discurso científico” se ganó su lugar en el mundo, no sin
pérdidas incluso de vida.
También he estado, estuve, estoy,
en el “discurso universitario”, en el “discurso científico”, así como vosotros
estáis ahora. He vivido su “vínculo”, disfrutado de su método, sometida a su
rigor. Separarme de esa forma de pensamiento, aunque muy interesante, no fue
fácil, sobre todo para adentrar en un terreno dónde no opera el significante Amo,
y el Saber se declina de otra manera. Os digo esto porque el psicoanálisis es
un discurso, crea un vínculo social, diferente al “discurso de la ciencia”,
diferente al “discurso universitario”.
Tras esta introducción, paso
al primer punto. ¿Qué es pues el psicoanálisis?
El psicoanálisis es un
discurso, entendiendo por discurso lo que crea “vínculo social”, un vínculo
social determinado y no otro, que se da por cómo se establecen las relaciones
que rodean y sitúan al sujeto, a la persona. El psicoanálisis es un discurso
diferente al universitario, crea otra forma de vínculo social. En ese aspecto no
se le puede considerar una terapia, como las que da el discurso universitario,
no tiene una igual definición de la cura, el psicoanálisis es un “discurso” que
se añade a los discursos anteriores con que la humanidad ha ido creando
diferentes formas de “vínculo social”, desde tiempos remotos a lo largo de su
historia. Por enumerarlos con su orden de aparición, son: El discurso del Amo,
El discurso de la Ciencia, El discurso de la histérica, El discurso analítico,
El discurso capitalista, que tienen correlativamente como elementos
organizadores de la vida y la relación humana: La Autoridad, el Saber, la
Verdad, el Goce, el Dinero o como gusta llamarlo, los Mercados.
El discurso del Amo, del amo
antiguo, el vínculo social que establece el Amo, presente en la religión, en la
política, en la enseñanza, en la institución, en el ejército, actualmente en
los deportes, la prensa, la televisión en internet y ponemos también las redes
sociales?…, el discurso del Amo como podéis observar es profundamente
masculino, pertenece a la lógica de la “sexualidad masculina”, que es lo que va
cediendo pregnancia a lo largo de los tiempos, viniendo su primer
cuestionamiento del lado de la Ciencia, con el significante, como ya os he
dicho, el Saber.
Así retener que el vínculo
social que establece el Amo, está organizado por el Poder, la Autoridad, a lo
que cuestiona la Ciencia con el Saber. Son los dos primeros vínculos que
establecen instituciones en la humanidad.
Es Freud quien inaugura otro
discurso en la humanidad, atendiendo a las histéricas, histéricas que cuestionan
al Amo y desafían su poder. Las grandes histéricas, de “Estudios sobre la
histeria” (Sigmund Freud), metidas en manicomios, acusadas de fingidoras, no es
la primera vez que irrumpían en la historia. Brujas, quemadas a miles por el
mundo, son algunos de sus antecedentes. Simplemente Freud las escucho, escucho
su discurso, el histérico, y se introdujo en él. Ellas le enseñaron el
“inconsciente”, “la asociación libre”. Y se lo enseñaron hablando de sus
asuntos familiares, historias sexuales de familia es lo que encontraréis en el
texto, que indican a Freud la primera formulación de la importancia de la
sexualidad en el ser humano, que pronto apuntala en la sexualidad infantil.
El discurso histérico, la
histeria, el vínculo social que establece la histérica ha creado instituciones,
(no sé si llamarlas así, Sindicatos? 15M?), pero las ha creado. ¿Cómo establece
el vínculo social la histérica?, un sujeto dividido, falto de todo, la
histérica, poniendo su cuerpo en juego, se dirige al Amo para cuestionarlo, quiere
su Verdad, (que el Amo guarda celosamente) y haciendo que pierda los estribos,
la obtiene: una “orden” a acatar en ejercicio de su poder. Freud, que era un
hombre de ciencia, un científico, se despojó de su faceta de amo, “a ti te pasa
lo que yo te digo”, y las escucho dejándolas hablar, pues en su amor por la
verdad y el saber, pudo darles la palabra.
Y no tardo en obtener
recompensa, así Freud se topó el inconsciente, como Colón América, ya estaba
allí. Con el “inconsciente” y la “asociación libre”: “dejar decir lo que se les
ocurra”, queda inaugurado el discurso analítico, que toma a la histeria como
auténtica, y la deja hablar, de lo quees su padecimiento, de lo que produce su
padecimiento, y lo más importante, de la causa de su padecimiento.
Tras la entrada en el mundo
de los otros discursos, el “científico”, el “histérico” y el “analítico”, el
amo se refugia metamorfoseándose en el discurso actual el “capitalista”, que
domina el mundo, (aunque quizás lleve un elemento regresivo).
Dicho esto, me vais
acompañar, a ese terreno dónde lo consciente pierde sentido y se da el
predominio al inconsciente. Estoy pues, en un lugar de la Ciencia, hablando de
otro discurso, el analítico. ¿Se entiende? Y he venido hablar a los futuros
inmediatos profesionales de la psicología, es así?, y vengo a contaros, que y
porque es tan importante, lo que se escucha en un psicoanálisis de la familia,
de las Cosas de familia, por llamarlo por su nombre, en y desde el inconsciente
(título, que fue el de unas jornadas de psicoanálisis, las primeras en Valencia
en el 93, y a cuya conferencia de clausura, Cosas de familia en el
inconsciente, realizada por Jacques Alain Miller sigue mucho el desarrollo de
esta conferencia, por su actualidad).
Si el psicoanálisis es un
discurso y no una terapia típica del vínculo que crea la Ciencia, lo que se
hace en un análisis, es pues, la “experiencia” de un discurso, “suceden cosas”,
“vivimos algo muy singular”, y aprendemos a manejarnos con eso de otra manera.
Es típico de las personas que se analizan, que los demás les cuenten sueños,
les interroguen sobre sus síntomas, lapsus, etc. Y si aprender a manejarse en
otro discurso, bien tiene efectos de cura, si un psicoanálisis, produce efectos
terapéuticos, y también didácticos, de formación discursiva, es decir de
entrada en otro “vínculo social”, no es sin embargo, en la cura, ni en la
formación, (vista como la contempla la Ciencia), dónde cristalizan los efectos
de un análisis, las consecuencias de un psicoanálisis convergen sobre el “fantasma”,
o si os resulta más sencillo, sobre los fantasmas de la persona, ahí, en el “fantasma”
es dónde van, convergen y operan los efectos de un psicoanálisis.
Concluyo pues este primer
punto ¿qué es un psicoanálisis?, con la introducción de estos dos términos: el
discurso, el fantasma…bueno con el inconsciente, los sueños, los síntomas, los
lapsus, son más, pero creo estos últimos os serán más familiares. El
psicoanálisis no es del discurso científico, y por lo tanto el método
científico no se puede aplicar.
Pero que sea un “discurso”
diferente al universitario, no implica sin conexión. Nuestras instituciones,
tienen el “Instituto del Campo Freudiano”, que junto a sus Secciones Clínicas,
se encargan de las relaciones con la Universidad, presentes en todo el mundo. Aquí
en Valencia, anualmente se organiza un programa de formación continuada, con una
cita mensual, llevada a cabo en el Hospital General, el Seminario, que consta
de un módulo teórico, en cuya preparación participo, así como un módulo
Clínico, en el que se debate la clínica actual. A esto acompaña, itinerarios
formativos y otras actividades respaldados por la universidad París VIII y que
el Colegio de Psicólogos de la Comunidad Valenciana, desde hace años, los
reconoce de Interés Técnico-Profesional. Pero si el Instituto del Campo
Freudiano, se encarga de esta conexión con la Universidad, ¿qué es un
psicoanálisis?, ¿qué es un psicoanalista?, es un asunto de Escuela,
instituciones también presentes en nuestro mundo, siendo la de España, la
Escuela Lacaniana de Psicoanálisis, que forma, junto a otras del mundo la AMP.
Punto dos. ¿Qué es un
psicoanalista?, imposible hablar del psicoanálisis, separado de lo que es un
“psicoanalista”, que obviamente, es una persona que ha hecho la experiencia de
su “análisis”, importándole más hacer converger los efectos del análisis sobre
su “fantasma” que sobre los efectos de cura y formación, la cura vendrá por añadidura.
Por llamarlo por su nombre, un
psicoanalista, es una persona habitada por un deseo, un deseo de saber cuál es
su “fantasma”, un deseo que ninguna universidad puede provocar, por eso no hay ningún diploma de psicoanálisis a título
universitario, el psicoanalista se autoriza a ser psicoanalista, él mismo y por
su análisis, por su psicoanálisis en el que ha hecho la experiencia de un
discurso que despeja su “fantasma”.
El psicoanalista, es quién
habita lo que os he presentado antes como Escuela, y aunque no se requiera
serlo para pertenecer a ella, ni para asistir a su actividad, si es el lugar de
constante debate, sobre el discurso analítico, que es un psicoanálisis, que es
un analista. Constante debate que tiene su culminación en la presentación de
“testimonios” de análisis, que llamamos “pase”, en el que un analista,
testimonia de su análisis, y del que ha dado y da cuenta a la Escuela y a la
sociedad. Periódicamente, en nuestra Sede tenemos Analistas de la Escuela, que
viajan para testimoniar, os recomiendo asistáis alguno, ya que es la más clara
exposición de lo que es un Análisis.
Punto tres, obviamente, ¿qué
es el fantasma?, el fantasma, los fantasmas, “es lo que para el sujeto hace
pantalla, vela, lo real”, la realidad, y su “desvelamiento supone que el sujeto
pueda acceder a lo real”, abandonando ampliando o disminuyendo lo que creía era
la realidad, Pero no solo desvela la realidad despojándola de sus disfraces, también
a su ser, al ¿Quién soy?, que es lo que precipitaría a un sujeto a un análisis,
la búsqueda de ¿quién soy?, más allá de lo que creo ser, de lo que me gustaría
o no ser, de lo que me dicen que sea etc… de forma que el efecto mayor de la
experiencia psicoanalítica, el efecto mayor de un psicoanálisis, no es ni la
curación ni la formación, sino la revelación ontológica en cuanto al ser del
sujeto, lo que un sujeto es, despojándose de lo que lo enturbiaba y camuflaba.
He dicho que el fantasma
hace pantalla a lo real, hacer pantalla a la realidad, es dar una
interpretación personal de la misma, pero al mismo tiempo que la interpreta, es
la ventana por la que nos asomamos a lo real, a la realidad, es la ventana por
la que miramos lo real cada uno de nosotros, que para nada es como la mira
otro, la realidad, la interpretación de lo que pasa, de lo que hay es totalmente
singular, una para cada sujeto.
Que la persona sepa,
aprenda, despeje, las categorías significantes que han organizado su mundo, las
fantasías que han sido sus significaciones, el significado que las cosas tienen
para él, le capacita para ver a cada uno venir son sus significaciones, sus
significantes amos, sus verdades, sus misterios, sus enigmas, sin que se
inmiscuya con los de otro, al tiempo que opera también sobre su deseo, pues una
persona que se psicoanaliza va desvelando que hay? detrás del brillo de lo que
desea, su causa, ¿qué causa mi deseo?que objetos causan mí deseo, y por qué
están investidos libidinalmente para mí, lo que da acceso a una nueva dimensión
del ser.
Y bien, tras estas
reflexiones, creo poder decir y que se entienda, creo podéis convenir conmigo
en que el lugar dónde se aprende el discurso, se forjan los sueños, se hacen
los síntomas, se crea las explicaciones, los misterios, los enigmas, las
sorpresas, los
desengaños, las manías, los delirios, las exaltaciones,
decepciones, ideales, obligaciones, prohibiciones, astucias, engaños etc., que
configuran el fantasma, la forma de interpretar la realidad para la persona,
ese lugar es la FAMILIA. En la familia es dónde uno, tropieza, para bien y para
mal. Y en la familia, que no es ni una “célula” social, sino una institución,
se ven esbozados todos los discursos de la humanidad: el del amo, la autoridad,
el científico, el por qué?, el histérico (con berrinches, regañinas), el
analítico (por qué tienes que ser así?), y por supuesto el “capitalista” (el
dinerito).
Punto cuatro. La Familia.
Durante todo este año, creo en esta asignatura habéis estudiado sobre ella, la
habéis comentado, visto sus impases, sus enfoques, lo que ocurre es que para el
psicoanálisis, la familia es de lo que primeramente y durante mucho, mucho
tiempo ocupa al sujeto.
Digo mal, primeramente, en
realidad cuándo alguien llega a un análisis, de lo que habla es de su síntoma,
de lo que le hace sufrir, de lo que no puede evitar, de lo que no soluciona. No
recuerdo escuchar a nadie que venga diciendo: soy el primero de mi promoción,
tengo muchos amigos, mis relaciones son excelentes, todo me va viento en popa…
no!, (aunque podría ser, pero no es lo habitual en un principio), se llega
siendo objeto se algo, desesperado por, desarmado, desolado, con un pequeño por
qué sin resolver, que a veces adquiere formas de depresión, tristeza,
inhibición, desasosiego, por citar algunos nombres de la angustia.
El analista escucha y da
algunas explicaciones de cómo empezar a explorar el desciframiento del síntoma
a tratar. Indica, se dará prioridad a los sueños, pedirá decir lo que “se le
ocurra sin juzgar”, priorizando el azar de la ocurrencia en los relatos, y así
instala la regla de la “asociación libre” que abre el inconsciente del sujeto,
y una vez convocado el inconsciente, lo que aparece, lo que aparece sin
vacilación, quizás un poco disfrazado para enseguida despojarse del disfraz,
son las “cosas de familia”, sea una familia grande, pequeña, monoparental,
hetero o homosexual, separada, clásica, moderna, abierta, cerrada, lo que
aparecerá, son las Cosas de familia!
En las asociaciones de los
sueños, mezclados con la vida real, los padecimientos, las alegrías, los
sinsabores, los síntomas, llega en el discurso del analizante: “mi padre…, mi
madre…, su amor, su odio, su permisión, imposiciones, reconocimiento, de que me
privo, que me ha robado, como me han querido, odiado, permitido ser esto o lo
otro, quién me reconoció, que se me impuso, quién y cómo me castigo, los
llantos, los colegios elegidos, los institutos. A quien me identifico, a quién
soy parecido, quién me defendió de mis padres, hermanos, tíos, abuelos. En un
blblbalbla incesante, del que el sujeto se lleva muchas, muchas sorpresas.
En
recuerdos olvidados que surgen como escenas intemporales, vislumbra: Quién era mi
ideal, mi favorito, mi enemigo, amigo, en quien me refugie, de quien huía, a
quien pegue, quien me pegaba. Riñas, odio, venganza, ira, soberbia, torpeza, oscuridad,
soledad, luz, van apareciendo creando un panorama que se completa, escribiendo
mi “novela familiar”, en la que la fantasía siempre adorna aquello que no se
puede decir porque la palabra no alcanza, creando una narración única y
diferente, en y para cada sujeto.
Entre
bastante vergüenza, solo posible de camuflar a menudo por sueños, surge quien
me sexualizo, los juegos eróticos que me fijaron a los compañeros de infancia,
la escena de amor que con mezcla de asombro y excitaciónpresencie, los
toqueteos prohibidos, los rozamientos, las escenas de orinar juntos, juegos de
mamas y papas, médicos, insectos o animalitos que torturábamos, excitaciones
veladas, seducciones, espionajes prohibidos… van perfilando, a la vez que se
escribe la narrativa de la novela anterior, las escenas de la vida sexual del
sujeto que se reencontrará en su vidapuberal y adulta, con un predominio de
mirada o sufrimiento, alternante, o con cierta fijación.
Entre
recuerdos ligados, recuerdos encubridores, va apareciendo la dificultad de la
pubertad tanto en la vida amorosa, como sexual, el descentramiento, la
dificultad, la anestesia, falta de deseo, miedo ante la relación, la dificultad
ante el sexo etc… que se va ligando a los tiempos más remotos de la infancia
del sujeto, configurando un modo de satisfacción que proviene de muy lejos.
Y
todo esto, todo este “escenario dramático” se desarrolla en la familia.
¿Por
qué la familia tiene ese papel, de lugar, marco dónde se configura el fantasma
del
sujeto?, porque, en ella es dónde el sujeto aprende hablar, está mal dicho que
aprende a hablar, ya que una lengua, no se aprende, se accede a ella, se nace a
ella, y nacer a una lengua, es entrar en la cultura, que hemos creado los
humanos al ser seres de lenguaje, es lo que aparece por hablar, la cultura. La
lengua nos aleja de los instintos animales de tal manera que los “complejos” (poner
la definición de complejo) ocupan su lugar, y es en la familia dónde se lleva a
cabo esto. La familia, la familia humana es una “institución”, que sirve como trasmisora
de cultura, desde el albor de los tiempos.
Pero
¿qué es nacer a una lengua, hablar?, primeramente se habla para Pedir, la
necesidad tiene que pasar a la demanda, “hay que decir lo que queremos”, es
decir la necesidad tiene que pasar por la Lengua, con los efectos traumáticos
que eso tiene sobre las necesidades del ser humano, pues al pasar la necesidad
por la demanda,al empezar a pedir, (que no es nada fácil),al empezar a pedir lo
que necesitamos, se produce una desviación, y aparece la necesidad marcada por
una falta, (nunca se llega a decir sólo, lo que se necesita, se pide más o
menos, a veces lo contrario, jamás hay una justa medida).
Esto
es lo que Lacan dice en su texto sobre la familia, como que “la economía
paradójica de los instintos en la familia”, es que los instintos, en el ser
humano, son el conocimiento de las “modificaciones paradójicas de la necesidad”
(complejos), pues en la familia humana las instancias culturales dominan las
naturales, que es un forma de decir que por el significante la lengua, las
palabras, dominan todo lo que es natural en el hombre, y eso es lo que lleva a cabo
la familia humana.
¿Quién
produce, cómo se producen y cuáles son los efectos traumáticos del pasar las
necesidades por la demanda, por el pedir?Los produce la familia, y lo hace
porque la familia es un lugar de interpretación de la necesidad, e interpretación
inagotable, (te pasa esto por… tiene hambre, sed, le gusta eso, lo otro, le
sienta bien esto lo otro, por)… interpretación que introduce la cultura en la
interpretación, (le pasa eso por discutir, desobedecer, no come por llevar la
contraria, no duerme por molestar,etc.), de tal manera que es fácil ver que la
necesidad entraen una espiral, que tiene un resto: lo que nunca se llegará a
colmar (ninguna de las interpretacionesestá a la altura de la verdad delo que
le pasa al sujeto), un resto, que no se puede pedir, de tal manera que las
consecuencias del pedir son dobles, por llamarlas por su nombre en el
psicoanálisis, son el deseo y la pulsión.
El
deseo, como consecuencia del pedir, es la parte del significado vehiculizado
por la demanda, es decir por quése pide lo que se pide?, eso se puede
interpretar, de hecho se interpreta, (quiere esto por…) y la otra consecuencia
del pedir, la pulsión, es la parte no interpretable de la demanda, (no es eso,
es otra cosa, lo que se pide y el por qué, hay un ejemplo, pide esto porque en
realidad quiere esto otro)… la parte no interpretable de lo que se ha dicho. La
pulsión es como una enfermedad de la necesidad natural. Lo que llamamos, el
objeto pulsional, es el objeto de una necesidad no natural que se manifiesta
como insistencia pero que no conoce un ciclo de “satisfacción” que le permita
acabar.
Los
humanos estamos enfermos, tenemos esa enfermedad de la necesidad, la necesidad
en nosotros es patológica, está enferma (nadie come lo que necesita, ni duerme,
ni bebe, ni ama, ni engaña, etc.), una enfermedad producida por la lengua, pues
las palabras no llegan, jamás, a la exactitud de lo que pasa. Así pues, es en
la familia dónde se contagia, su necesidad enferma de las palabras, uno enferma
del significado de las palabras, lo que le produce, un, voy a llamar “gusto”,
una nostalgia, por lo que no se puede decir, lo que no está dicho, lo que estáprohibido
decir, el tabú, lo “secreto”, los secretos, los secretos de familia, pues no encontraréis
ni una sola familia, sin un “de eso no se puede hablar”. Puede ser que el sexo
sea tabú, o la culpa del abuelo, de la locura de un tío, etc… Hay siempre temas
prohibidos, hay siempre en la familia Cosas Prohibidas, secretos de familia.
Primeramente,
por supuesto, el canibalismo, asesinato, la prohibición del incesto, de tal
manera que la familia es la primera institución en hacer cumplir la ley, con la
que se accede a la cultura.
Así
pues, de las Cosas de familia, que se escuchan en los análisis, podríamos decir
que la familia, tiene su origen en el matrimonio? Está formada por el padre la
madre los hijos nacidos y otros más? están unidos sus miembros por lazos
legales de derechos y prohibiciones sexuales?
No!
Oímos que la familia tiene su origen en el matrimonio?, no, tiene su origen en
el malentendido, en el desencuentro, en la decepción, en el abuso sexual, o en
el crimen. Oímos que está formada por el marido, la esposa, y los hijos?, no, está
formada por el Nombre del Padre, el Deseo de la Madre, por los objetos pequeños
“a” (sonajeros, telitas, peluches,
muñecos, suéter, collar, piedrecitas, etc…) que consuelan al sujeto. ¿Oímos que
están unidos por lazos legales derechos, obligaciones etc.?, no, la familia
esta esencialmente unida por un “secreto”, por un no dicho, de que gozan padre
y madre, pues que significa el Edipo más que gozan dónde no deberían gozar?,
está unida por lo confuso, lo ambiguo, tenebroso, la sorpresa, el enigma, la
mentira, etc…
Así
se escucha el mito que es la familia, que da forma épica a las historias, pues
las historias de familia siempre son el cuento de cómo le ha sido robado al
sujeto la satisfacción, el goce que merecía, al cual tenía derecho. En la
familia el goce está prohibido y se propone a modo de goce sustitutivo “gozar
de la castración”, es decir gozar del robo mismo del goce. Por eso cuando se
habla de la familia, se habla del encuentro con el goce, de los medios de satisfacción,
de su perdida, de cuál objeto y de qué forma se lo convirtió en sustituto y
consuelo de un goce, de una satisfacción perdida, objeto que nunca satisfacera,
pero con el que se ha establecido un vínculo libidinal, invistiéndolo de un
valor, tanto más válido por estar en el lugar del “objeto perdido”, que es la
“plena satisfacción”, como objeto(esto marca las condiciones de amor, deseo y
goce de la vida posterior de un sujeto, las coordenadas de lo que busca un
sujeto)
El
psicoanálisis se piensa mucho en su versión popular, como un desciframiento de
la vida a partir de la familia, como si en la vida se encontrará solamente
distintas metonimias del padre, de la madre, de los hermanos y hermanas. Pero
en realidad lo que ocupa a un sujeto en un psicoanálisis, es la forma en la que
“está pegado a los objetos”, qué hacer con esas “fijaciones” y como organizar
sus modos de gozar, de y con ellas,las fijaciones, y ellos, los objetos, que
quiere cambiar… o no.
Teresa
Ferrer
Valencia a 14 de Mayo 2014
Bibliografía
Sigmund
Freud. “Estudios sobre la histeria” (1893-95) Obras Completas. Ed. Amorrortu
Jacques
Lacan. Seminario 16, Seminario 17. “De Otro al otro” (1968), “El reverso del
psicoanálisis” (1969). E. Paidós
Jacques
Lacan. La familia (1938). E. Argonauta
Jacques
Alain Miller. Curso de Orientación Lacaniana “La obra de Lacan” (2012) Inédito,
clase del miércoles 2 de febrero 2011
Jacques
Alain Miller. (1.993) Conferencia de clausura de las I Jornadas Valencianas de
Psicoanálisis: “Cosas de familia en el inconsciente” (texto establecido por
Teresa Ferrer publicado en la Revista Lapsus)